martes, 14 de abril de 2015

CUSTODIA, VISITAS Y DIVORCIO II (Instrumentos de evaluacion)


ASIGNACION DE CUSTODIA, REGULACION DE VISITAS

Y EFECTOS DEL DIVORCIO II

(Instrumentos de evaluacion)

Martha Stella Ospino-Rodríguez y Claudia Victoria Vidal-Padilla. 

Una vez vistos los aspectos necesarios para evaluar, en el escrito anterior, se revisarán los instrumentos psicológicos que se emplean con mayor frecuencia  Pues bien, contamos con la entrevista, la observación comportamental, el análisis de la documentación y la aplicación de instrumentos.  Respecto a este último aspecto, Fariña, Seijo, Novo y Jólluskin (2002) hacen referencia a algunos de los instrumentos aplicados con sus limitaciones, para la evaluación de las actitudes, conductas y habilidades parentales, incluyendo entre otros:  (a) el inventario de relación padres- hijo/a (Parent-Child Relationship Inventory-PCRI), creado por Gerard (1994), que consta de 78 ítems, en siete escalas: apoyo parental, satisfacción parental, implicación, comunicación, disciplina, autonomía y rol de orientación, consta de dos escalas de fiabilidad: deseabilidad social y tendencia a contestar respuestas inconsistentes. Las puntuaciones altas indican características y destrezas parentales positivas. Una de las dificultades con el instrumento es la falta de información acerca del proceso de construcción, validez y fiabilidad; (b) la prueba de la percepción de las relaciones de Bircklin (Bircklin Perception of Relationships Test) creado por Bircklin (1995), consta de 64 ítems, 32 para evaluar a cada uno de los padres, agrupados en cuatro áreas: percepción que tiene el niño sobre la competencia parental de cada progenitor; percepción del padre/madre como fuente de cariño y empatía; percepción de la consistencia del padre/madre y percepción de rasgos admirables del padre/madre. Al igual que el PCRI se tiene información limitada en cuanto a validez, fiabilidad y normatividad; (c) la prueba de escalas de Ackerman Schoendorf para la evaluación parental de custodia (Ackerman Schoendorf Scales for Parent Evaluation of Custody ASPECT), creada por Ackerman (1994), que contiene 3 escalas: observacional (la apariencia y presentación de los padres), social (la interacción con otros, incluyendo el niño) y cognitiva emocional (el funcionamiento psicológico y mental de los padres), en su forma completa contiene un cuestionario de auto reporte que es completado por cada uno de los padres, la entrevista con observación de cada uno de los padres con y sin el/a hijo/a y los resultados de test usualmente utilizados en la evaluación de custodia como son el MMPI-2, Rorschach, WAIS-R, WRAT-R, y NEAT para padres, CAT o TAT, y una medida de inteligencia en el/a niño/a. Se obtiene una medida cuantitativa de estas variables o "índice de custodia parental", que sirve como indicador de la efectividad parental y que puede ser utilizado para comparar un padre con el otro; (d) el índice de estrés parental (Parent Stress Index-PSI), desarrollado por Abidin (1990) para evaluar en qué medida los progenitores experimentan estrés en la crianza de los hijos, asumiendo que este estrés es acumulativo y multidimensional, considerándose como instrumento inicial para identificar posibles áreas de estrés o conflicto entre los progenitores y con sus hijos.

Por su parte, Keilin  y Bloom (1986, citados en Ramírez, 2003) en su estudio a más de un centenar de psicólogos y psiquiatras forenses agruparon la utilización de los test psicológicos en tres grupos, a saber: (a) medidas de inteligencia, (b) medidas de personalidad y, (c) medidas de funcionamiento académico y comportamiento general del/a niño/a.  Para la medición de inteligencia las pruebas más usadas en Colombia y en los países de habla hispana son el WAIS-R (para los adultos) y el WISC-R (para los niños).   Para la medición de la personalidad, las pruebas comentadas anteriormente: el MMPI-2, el Inventario de Millon (MCMI-II) y el Inventario de Personalidad NEO PI-R.  Para la medición de funcionamiento académico y comportamiento infantil existe una larga lista de instrumentos que no nacieron en el contexto forense, pero que se están aplicando con numerosas críticas y comentarios a su favor, los cuales no van a ser presentados en este escrito en aras a la brevedad. 

A continuación se va a hacer mención de algunos de los instrumentos que ha trabajado Ramírez (2003) y que son asequibles a los profesionales colombianos. Estos son: (a) Instrumento sobre actitudes parentales, adaptado a la población colombiana por el Laboratorio de Psicología Jurídica de la Universidad Nacional (J.I. Ruíz, comunicación personal, 13 de septiembre, 2014); (b) Cuestionario de conductas infantiles para padres: CBCL de Achenbach, con adaptación a la población española; (c) Escala de apoyo social percibido de amigos o Red de apoyo social de los hijos, cuya adaptación a la población colombiana fue realizada en el Laboratorio de Psicología Jurídica de la Universidad Nacional (J.I. Ruíz, comunicación personal, 13 de septiembre, 2014); (d) Escala de evaluación de estrategias de afrontamiento de problemas; (e) Escala de creencias infantiles sobre el divorcio parental; (f) Listado de  tareas de cuidado infantil, adaptada a la población colombiana por el Laboratorio de Psicología Jurídica de la Universidad Nacional (J.I. Ruíz, comunicación personal, 13 de septiembre, 2014); (g) Escala de comunicación padres-adolescentes; (h) Escala de comunicación padres-adolescentes; (i) Listado de preferencias infantiles; (j) Conocimiento parental de los hijos y de su ajuste a la situación familiar, adaptado a la población colombiana por el Laboratorio de Psicología Jurídica de la Universidad Nacional (J.I. Ruíz, comunicación personal, 13 de septiembre, 2014); (k) Inventario de percepción de los padres; (l) Relaciones interparentales valoradas por los hijos, adaptada a la población colombiana por el Laboratorio de Psicología Jurídica de la Universidad Nacional (J.I. Ruíz, comunicación personal, 13 de septiembre, 2014); y (m) Competencia/apoyo social de los progenitores, adaptada a la población colombiana por el Laboratorio de Psicología Jurídica de la Universidad Nacional (J.I. Ruíz, comunicación personal, 13 de septiembre, 2014).

Finalmente, para decidir acerca de la custodia, una vez se hayan realizado las evaluaciones respectivas, se han determinado criterios de decisión, entre los que cuentan los contemplados en el Acta de Michigan, como una guía o lista de chequeo para verificar que se han contemplado las áreas y aspectos necesarios durante la evaluación y que se cuenta con los elementos necesarios para dar el concepto profesional: (a) amor y afecto entre progenitor e hijo/a, (b) lazos emocionales entre progenitor e hijo/a, (c) capacidad parental para servir de guía al hijo/a, (d) capacidad parental para que el niño continúe educándose y creciendo en su religión o credo, si lo tuviera; (e) capacidad parental para proporcionar alimentación, (f) capacidad parental para proporcionar ropa, (g) capacidad parental para proporcionar cuidados médicos, (h) capacidad parental para proporcionar cuidados terapéuticos, (i) capacidad parental para satisfacer otras necesidades materiales, (j) período de tiempo que el niño ha vivido en un ambiente satisfactorio y emocional y psicológicamente estable y la deseabilidad o conveniencia de su continuidad, (k) permanencia como unidad familiar que supone el hogar custodio propuesto (o ya existente), (l) idoneidad moral del progenitor, (m) salud mental del progenitor; (n) salud física del progenitor (o) historia de domicilio del hijo/a; (p) historial escolar del hijo, (q) historial comunitario o social del hijo/a; (r) preferencia razonable del hijo/a hacia el progenitor, si el Juzgado considera que tiene suficiente edad para expresar tal preferencia; (s) cualquier otro factor que el Juzgado considere relevante en la disputa de la custodia de un niño/a en particular (Grisso, 1986 y Schutz, et al., 1989 citados en Ramírez, 2003, pp. 63-64).

El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF) de Colombia construyó la Guía para la realización de pericias psiquiátricas y psicológicas forenses con fines de reglamentación de visitas y regulación de alimentos en 2010, donde se plantea que se realicen entrevistas con los progenitores y con el niño/a, a través del “Protocolo Evaluación Básica en Psiquiatría y Psicología Forenses”, en la que se recolecta información de filiación y sobre la situación actual de la familia, se evalúa el ciclo vital de la familia, la historia de la pareja, vínculos afectivos, secretos, alianzas, triangulaciones, afrontamiento y resolución de conflictos, momentos y lugares de interacción, lealtad, roles, liderazgo, normas y límites, los patrones de comunicación familiar, entre otros, identificando los motivos de la no conciliación entre los padres en lo atinente a las visitas. Con los padres o cuidadores se recolecta la historia personal y familiar, las fuentes de ingreso, los antecedentes médicos, la percepción y expectativas sobre el proceso que se sigue, y los antecedentes biográficos para identificar psicopatología o rasgos de personalidad que les hagan tendientes a no cumplir sus obligaciones o generen situaciones de riesgo en el contacto con su hijo/a. En la entrevista con el niño/a se exploran los vínculos paterno-filiales, las emociones predominantes y las reacciones que han presentado ante las situaciones de conflicto; así como la presencia o ausencia de síntomas y su percepción respecto del rol que ha desempeñado cada miembro de la familia en la situación actual. Señalando que la utilización de escalas, cuestionarios, tests psicométricos, proyectivos, de medición de inteligencia y neuropsicológicos, entre otros, se dará a criterio del examinador/a.

Respecto a la evaluación para pronunciarse respecto a la regulación de visitas, dentro de los elementos a considerar están, como indica Ramírez (2006), el efecto del contacto con el progenitor no custodio sobre la adaptación filial, la conflictividad interparental, el ajuste psicológico del progenitor/a no custodio y la calidad de las relaciones mantenidas por parte de éste/a con el hijo/a antes de la separación o divorcio y estilos de crianza. De allí que los instrumentos planteados cuando se adelantan los procesos de definición de custodia, puedan tenerse así mismo en cuenta para definir condiciones específicas de las visitas por el/a progenitor/a no custodio.

En relación con los efectos del divorcio, como indica Tejedor (2012), la sintomatología más frecuente a los meses siguientes al divorcio en los niños son “conducta agresiva, desobediencia, falta de autoregulación, baja responsabilidad y logro y en menor medida ansiedad, depresión, problemas en las relaciones sociales” (p. 70). Por lo que los instrumentos frecuentes de evaluación con el Test autoevaluativo multifactorial de adaptación infantil (TAMAI); el cuestionario de depresión para niños (CDS); el cuestionario de ansiedad infantil (CAS), la escala de cohesión y adaptación familiar (CAF); la escala de clima familiar (FES); el cuestionario de adaptación al divorcio – separación (CAD-S).

Antes de terminar, parece relevante hacer un comentario sobre el empleo de las proyectivas para la evaluación forense.  Las autoras del presente escrito no recomiendan su utilización dado que este tipo de instrumentos no cuentan con procedimientos estadísticos de validez ni confiabilidad, son bastante controvertidas en los estrados judiciales, por tanto su empleo es bastante limitado en este medio.  A este respecto Ramírez (2003) dice que el uso de las proyectivas se ha extendido los Estados Unidos por razones económicas en donde “cada vez se invierte más tiempo y se cobra más por emitir informes y testificar que en sí por la evaluación (…) debido a las complicaciones y responsabilidades que comporta el sistema legal para los peritos” (p.75), sin embargo LaCalle (2011) expresa  que “la mayor parte de las jurisdicciones legales en USA, los rechazan por ser eminentemente subjetivos (basados principalmente en la interpretación del PF (psicólogo forense). Esto es aún más pronunciado en el caso de Rorschach, con base eminentemente psicoanalítica y con sus diferentes escuelas de interpretación”.  Si bien es cierto en algunos países de Latinoamérica el uso de las pruebas proyectivas en el ámbito forense en bastante frecuente, éste se debe a que el sistema de justicia es todavía marcadamente inquisitorio, al propio desarrollo académico y profesional de la psicología jurídica, disciplina que requiere basarse en evidencias y crear sus propias herramientas que nos permitan hacer un trabajo de mayor calidad (García, 2011) y por la cultura de la región toda vez que no es extraño que los profesionales del Derecho y demás disciplinas recurran a la consulta psicoanalítica como costumbre, lo que hace su uso familiar.

A pesar que los instrumentos con que se cuentan en la actualidad en la psicología forense aplicada al ámbito de la familia no fueron creados para su uso en el campo forense, al hacer una adecuada elección de tan amplia variedad y disponibilidad de instrumentos, nacidos en la psicología clínica, se puede lograr realizar un trabajo profesional de calidad; queda entonces una amplia tarea para los académicos e investigadores de la disciplina con el fin de llenar los vacíos tanto en herramientas como en el abordaje de la problemática de familia desde la perspectiva forense que como se puede concluir en el presente estudio es bastante amplio.  Son múltiples las problemáticas en familia que pueden ser abordadas por el psicólogo forense que con una formación profesional cada vez más seria y juiciosa aporta aspectos de relevancia para la toma de decisiones de los operadores de justicia en pro de la no vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, en particular y de todos los integrantes de la familia, núcleo de la sociedad.  

Para citar este escrito según normas APA:


Ospino-Rodríguez, M.S. y Vidal-Padilla, C.V.  (2015, abril 14).  Asignación de custodia, regulación de visitas y efectos del divorcio II.  (Instrumentos de evaluación).  [Mensaje en un blog].  Recuperado de http://lapsicologiaforense.blogspot.com/.

 

REFERENCIAS

 

Fariña, F.; Seijo, D.; Novo, M. y Jólluskin, G. (2002). Instrumentos específicos de evaluación forense (IEEF) en Derecho de familia. Tercer Congreso Virtual de Psiquiatría Interpsiquis 2002. psiquiatría.com.  Recuperado 30 de enero de 2008 del sitio web


García, E.  (3 de febrero de 2011).  Re: Psjuridica.  Respuesta.   [Mensaje en una lista de correos electrónicos de psicologíajuridica.org Foros ALPJF].  Recuperado de https://mail.google.com/mail/

Hathaway, S. R y McKinley, J.C. (2002).  MMPI-2 Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota-2.  Manual.  Adaptación española: A. Avila-Espada y F. Jiménez-Gómez (3ª. Ed). Madrid: Tea Publicaciones.

Hernández-Guanir, P. (2009) Tamai. Test autoevaluativo multifactorial de adaptación infantil. 6ª.ed. Madrid: Tea Ediciones.

Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (2010). Guía para la realización de pericias psiquiátricas y psicológicas forenses con fines de reglamentación de visitas y regulación de alimentos.  Bogotá: INMLCF.

Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (2010). Guía para la realización de pericias psiquiátricas y psicológicas forenses sobre patria potestad (o potestad parental) y custodia.  Bogotá: INMLCF.

Lang, M. y Tisher, M.  (2003).  Cuestionario de Depresión para Niños. CDS.  7ª. Ed. Madrid: tea Ediciones. 

LaCalle, J.J. (2 de febrero de 2011).  Re: Psjuridica.  Respuesta.   [Mensaje en una lista de correos electrónicos de psicologíajuridica.org Foros ALPJF].  Recuperado de https://mail.google.com/mail/

Ramírez, M. (2003).  Cuando los padres se separan. Alternativas de custodia para los hijos.  Madrid: Editorial Biblioteca Nueva.

Ramírez, M. (2006).  El peritaje psicológico en el ámbito del Derecho de Familia.  En J. C. Sierra; E. M. Jiménez & G. Buela-Casal (coords.).  Psicología forense: manual de técnicas y aplicaciones.  Madrid: Editorial Biblioteca Nueva

Tejedor, A. (2012). El interés de los menores en los procesos contenciones de separación o divorcio. Anuario de Psicología Jurídica, 22, 64-75

     

 

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